El equipo "no tiene cambio de ritmo, no tiene movimientos en su delantera", dijo el ex capitán y ex seleccionador de la Albiceleste en su programa de televisión De Zurda que emite durante el Mundial el canal Telesur.
"Me parece que estamos todavía sin arrancar", enfatizó tras el partido de octavos de final que Argentina ganó en la agonía del alargue por 1-0 a Suiza.
"Tengo algo adentro que es muy fuerte, es como amargura, rabia, bronca", declaró "el Diez" tras concluir que Argentina tiene recursos humanos y técnicos "para jugar mucho mejor" pero, en su opinión, está jugando en el 40 por ciento de sus posibilidades.
A pesar de calificar como "soberbio" el trabajo de Messi, Ángel Di María, autor del gol de la clasificación a cuartos de final, y Javier Mascherano como mediocentro, afirmó que el líder de la campaña, el astro de Barcelona, a quien llama pibe, "está muy solo".
"Si no le sale al pibe, no le caigamos mañana como que es el culpable de la hecatombe argentina", manifestó.
Maradona criticó el comportamiento defensivo de la Albiceleste y concluyó que los centrales "titubean mucho, no sacan la pelota rápida".
Al hablar de su próximo escollo, Bélgica, advirtió que "es otra cosa".
Rumbo a Brasilia
Miles de argentinos que siguen a Lionel Messi y compañía por Brasil desde que comenzó el Mundial se dirigen ahora hacia Brasilia, donde el equipo que entrena Alejandro Sabella se jugará un puesto en semifinales frente a Bélgica.
Fuentes del Gobierno regional de Brasilia dijeron ayer que comenzaron a estudiar los lugares en que serán acogidos los miles de argentinos que se espera que llegarán a la ciudad buscando dónde acampar, tal como ocurrió en Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre y Sao Paulo, donde ya jugó su selección.
Según cálculos oficiosos, a Río de Janeiro para el primer partido de la selección albiceleste llegaron unos 150.000 argentinos. En Belo Horizonte fueron cerca de 25.000, otros 200.000 acudieron a Porto Alegre y cerca de 70.000 se concentraron en Sao Paulo.
